Existen 2 tipos de abortos:
- Aborto espontaneo (natural)
- Inducido (provocado)
Aborto espontáneo o natural:
Es la pérdida involuntaria de una gestación antes de la semana 20 de embarazo. La frecuencia o incidencia de los abortos espontáneos es de uno de cada 5 embarazos, es decir, ocurren en el 20% de los embarazos. La mayoría de ellos tiene lugar en el primer trimestre, entre las semanas 6 y 12 de embarazo.
Aborto provocado o inducido puede ser Químico o Quirúrgico:
Aborto químico o con medicamentos: Sólo se puede realizar en las primeras semanas del embarazo y consiste en administrar fármacos; Por vía oral, inyección en el saco amniótico de alrededor del feto, por vía vaginal, por vía endovenosa.
Generalmente se usa la mifepristona y /o el misoprostol.
Mifepristona: Bloquea la progesterona del cuerpo, lo que impide que el embarazo evolucione. La progesterona es la hormona que ayuda a que el embarazo se desarrolle.
Misoprostol: Causa cólicos y sangrado para vaciar el útero.
La mayoría de las personas terminan de expulsar el ser vivo en gestación 4 a 5 horas después de tomar el misoprostol, pero puede tardar más. Por lo general, el aborto termina 24 horas después de tomar la última dosis de pastillas.Ver video
Aborto quirúrgico: Los abortos en embarazos más avanzados pueden tomar más tiempo y requerir más visitas al centro de salud y son más riesgosos.
Suele realizarse mediante la técnica de aspiración, que puede realizarse antes de las 12 semanas. Consiste en succionar el feto mediante una bomba eléctrica de aspiración o una jeringa manual. Ver video
Cuando hay más de 12 semanas de gestación, esta técnica no es factible y se recurre a la de dilatación y raspado (legrado) que tiene un procedimiento similar al anterior, con la diferencia de que tiene que aplicar una medicación en el cuello del útero para ablandarlo y dilatarlo.
Cuidados tras la intervención: Se suele recomendar tomar antibióticos para prevenir la infección y antiinflamatorios para aliviar el dolor tipo cólico o cualquier otra molestia.
Es importante descansar durante unos días, no tener relaciones sexuales durante al menos una semana y, una vez se tengan, utilizar un método anticonceptivo, preferiblemente preservativos para prevenir infecciones.